sábado, 6 de junio de 2020

Síndrome de la cabaña. #Prevención #CuarentenaObligatoria.



“SÍNDROME DE LA CABAÑA


Te invitamos a leer desde EPPyC un texto sobre este síndrome, en este contexto de crisis. Te invitamos a reflexionar y a comenzar a escuchar tu cuerpo…

Normalmente estamos acostumbrados a despertarnos para ir a trabajar, desayunar como cada día y en ese momento de la mañana existirían mil y un pensamientos relacionados con una vida ordinaria…después de ese momento no sabías muy bien que te ofrecería el día…

Hoy, muchos tenemos restringido hasta un abrazo. Los miedos y preocupaciones han cambiado de forma y de color, ha cambiado el día a día, se ha ido la prisa y quizá hasta tus prioridades hayan cambiado.

Era impensable que algo así pudiese pasar en la realidad y aceptarlo no es ni será sencillo porque pasar de una vida de lo más “normal” a una reclusión total, no es fácil. La situación por la que estamos pasando, puede llevarnos a consecuencias psicológicas como la ansiedad, el estrés postraumático, la depresión, adicciones o un síndrome conocido como “El síndrome de la cabaña”.



Ahora bien, ¿Qué es el síndrome de la cabaña?

Su nombre original es “cabin fever”, un concepto que comenzó a utilizarse a principios del siglo XX para describir un tipo de estado mental. Este síndrome no es un trastorno, en un conjunto de síntomas que normalmente se relacionan con algún miedo.

En estos días de confinamiento hemos estado expuestos a una sobre información, un cambio de rutina, un factor externo que amenaza y aún muy desconocido, esto nos lleva a una falta de confianza a nuestro ambiente, ya nada nos parece tan seguro, “¿será bueno salir?”, “¿es mejor quedarme en casa?” si el aburrimiento, la frustración, la irritabilidad o la impaciencia son parte de tus sentimientos cotidianos, probablemente estés experimentando el síndrome de la cabaña.

Este síndrome hace referencia a una inquietud que se experimenta cuando se está atrapado en un lugar durante un período prolongado de tiempo, donde la desconfianza y la inseguridad se vuelven protagonistas y donde salir a la calle o de nuestra zona de confort de estos últimos meses nos provoca pánico.

El síndrome de la Cabaña está directamente relacionado con una falta de seguridad, a su vez, esta, es una necesidad del ser humano, siguiendo a Maslow, en su jerarquía de las necesidades humanas, la seguridad se coloca en el segundo escalón, una vez cumplidas las necesidades básicas (comer, beber, dormir, etc), buscamos las de seguridad, la de tener estabilidad, orden, protección y dependencia, el manejo de nuestra vida, cuando no tenemos cubierta esta necesidad sufrimos el miedo al caos, a la ambigüedad y a la confusión.

Este síndrome está muy relacionado con la agorafobia, que es un trastorno caracterizado por el miedo a los lugares o las situaciones que causan pánico llevan a la indefención, por lo que se acaba evitando lugares y situaciones.

Cuales son los Síntomas:
  1.  Somnolencia.
  2. Tristeza o depresión.
  3. Dificultad para concentrarse.
  4. Falta de paciencia.
  5. Los antojos de alimentos.
  6. Disminución de la motivación.
  7. Dificultad para despertarse.
  8. Siestas frecuentes.
  9. Desesperación.
  10. Miedo a salir a la calle.


¿Que podemos hacer frente a estas sensaciones?

El lugar donde has pasado el confinamiento se ha vuelto tu zona segura por ello, es importante forzarte a salir e interactuar directamente con la naturaleza, la investigación ha demostrado que incluso las interacciones breves promueven un mejor funcionamiento cognitivo. La exposición a la luz del día puede ayudar a regular los ciclos naturales del cuerpo.

¿Qué hacer con los más pequeños? Una solución para mostrarse menos vulnerable ante situaciones que generan incertidumbre, es educar a los niños en los dilemas y en el “no saber”, en que conozcan que existen causas externas ajenas a uno mismo y fuera de nuestro control, ayudarles en la tolerancia a la frustración.

Acércate todo lo que puedas a tu vida de antes: aprovecha para realizarte a través de hacer tareas que puedan ayudarte a tu incorporación profesional una vez acabados los días en casa y fija metas, establece objetivos diarios y semanales

Sigue patrones normales de alimentación: comer bien aumenta nuestros niveles de energía y ya sabemos que ciertos alimentos están directamente relacionados con nuestras emociones, limita aquellos que tengan alto contenido en azúcar y grasas y bebe mucha agua.

Haz ejercicio: vivimos en una época en la que no hay excusa para poder hacer ejercicio en casa, gracias a todo el material que podemos conseguir en internet, sal cuando puedas a dar un paseo, a correr, haz yoga y/o ejercicios de respiración, te ayudará a mantener niveles normales de ansiedad.

Autora: DAFNE CATALUÑA.



EPPyC EMERGENCIA PSICOSOCIAL: PREVENCIÓN Y CONTENCIÓN.
Cátedra Psicología Social y comunitaria. Universidad Católica de Cuyo

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