Responsabilidad social con los adultos mayores ¡SEAMOS PROTAGONISTAS!
Hoy desde EPPyC EMERGENCIA PSICOSOCIAL: PREVENCIÓN Y CONTENCIÓN, junto con el área de prevención queremos hablar de la importancia que tiene la responsabilidad social dentro del contexto de la emergencia por la pandemia del COVID-19 en el acompañamiento de un grupo vulnerable: los adultos mayores.
Desde la OMS se llamó a “proteger a las personas con mayor riesgo de padecer algún cuadro grave", esto no sólo involucra la parte física sino que también apunta a mantener la salud en todas sus dimensiones, por lo que la RESPONSABILIDAD SOCIAL jugaría el papel más importante y fundamental en este aspecto.
Esto quiere decir que somos sujeto y objeto en las intervenciones; nuestra forma de vivir, de comportarnos, de reaccionar con nuestros vecinos, padres, abuelos, todo nos influye e influimos. Por lo que cada uno es protagonista activo de transformación social.
Los adultos mayores son la población que más dificultades tiene para cumplir con el distanciamiento social, ya que en su mayoría no usa Internet y necesita ayuda de otras personas en su vida diaria. Entonces, es el mejor momento para ser solidarios e invitar a participar activamente en esta historia a todos, sin romper las medidas propuestas de aislamiento social, preventivo y obligatorio, podemos hacer con pequeños gestos que este aislamiento no se transforme en soledad.
Por tanto , ¿Cómo evitar que el distanciamiento social se transforme en un aislamiento total?, ¿Qué puedo hacer para acompañarlos?, ¿cómo puedo ayudar? Te dejamos algunas ideas:
- Si los visitamos, para llevar algo que necesiten, es importante mantener una distancia de al menos 1 metro y evitar el contacto físico (darse las manos, abrazos).
- Hacer por ellos las compras de alimentos, medicamentos y otros suministros de necesidad.
- Ayudarlos a conectarse con médicos, vecinos, amigos y familiares si es necesario.
- Recordarles las normas preventivas: que se laven las manos con frecuencia, mantengan limpios los objetos y las superficies, y eviten el contacto físico con las personas enfermas,
- Alentarlos a mantener un estilo de vida saludable
- Ser amables y mostrar empatía.
- Hablar y sobre todo ESCUCHARLOS.
- Preguntar qué necesitan
- Ayudando a sobrellevar el estrés y la soledad. Una vez que termine la pandemia, ¡volverán a abrazarse!
Para reflexionar ¿Qué cosas están dentro de mi alcance para aportar mi “granito de arena" a esta parte de la comunidad?
Una sonrisa, una nota, un llamado puede cambiar el día a día de una persona.
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